Banco Central: 30 años de autonomía
Columna de opinión de Enrique Marshall, Director del Magíster en Banca y Mercados Financieros PUCV y Exvicepresidente del Banco Central.
En octubre, el Banco Central (BC) cumplirá 30 años desde que se le confirió su actual autonomía. Ningún otro de sus estatutos legales previos permaneció vigente por tanto tiempo, lo que es de por sí notable.
Durante este período, el BC ha mostrado logros significativos. Inicialmente, redujo la inflación para hacerla converger a niveles internacionales. Luego, ha preservado con éxito un ambiente de estabilidad monetaria y financiera.
Parece simple u obvio, pero debemos tener presente que Chile fue azotado por el flagelo de la inflación en buena parte del siglo pasado y que experimentó una crisis financiera en los años ochenta que está entre las más severas que se han registrado en el mundo.
Hoy, la institución goza de un amplio prestigio y credibilidad, no solo entre los especialistas, sino también en el conjunto de la población. Se lo considera, además, como un verdadero pilar de nuestro sistema económico.
Muchos son los factores y circunstancias que han contribuido a ello. Primero, el estamento político ha efectuado un aporte valioso. Durante la transición a la democracia, selló un acuerdo para que la autonomía arrancara bien y, con posterioridad, su relación con el BC se ha mantenido en un plano de mutuo respeto.
Segundo, la designación de las autoridades del BC ha buscado compatibilizar dos criterios igualmente importantes: el equilibrio de visiones económicas al interior de su Consejo y la idoneidad profesional de sus miembros. Ello le ha conferido legitimidad a la institución y, al mismo tiempo, ha asegurado su buen funcionamiento.
Y tercero, el BC se ha modernizado, incorporando los avances en el ámbito de su quehacer. El establecimiento de una meta de inflación del 3% es un buen ejemplo de ello.
Con todo, el camino recorrido no ha estado exento de vicisitudes. La búsqueda de una salida para la deuda subordinada generó fuertes tensiones internas en los años noventa. Más tarde, el caso Inverlink también golpeó a la institución. Afortunadamente, estos episodios se superaron bien.
La experiencia del Banco Central deja importantes lecciones. El país tiene capacidad puede crear instituciones sólidas sobre la base de amplios acuerdos. Una vez creadas, el desafío es saber cuidarlas.
Fuente: Diario Financiero