14.12.2016
Durante todo un semestre, 31 estudiantes fueron parte de una instancia de formación, debate y retiro para compartir sobre los principales desafíos del Chile actual a la luz de la fe. Ese espacio fue la Escuela Óscar Romero, realizada en la PUCV con apoyo de la Universidad Alberto Hurtado y la Compañía de Jesús, entre otras instituciones, que dio por finalizadas sus actividades con una ceremonia realizada en la Sala Obispo Emilio Tagle.
A la actividad asisteiron el Obispo de Valparaíso y Gran Canciller de la PUCV, Monseñor Gonzalo Duarte; el rector Claudio Elórtegui; el senador Ignacio Walker; el diputado Osvaldo Urrutia; además de autoridades universitarias y los estudiantes de la Escuela Óscar Romero.
Durante la ceremonia, el director de comunicaciones de la Pastoral UC, Luis Felipe Alliende, llamó a los participantes a “jugársela por Cristo. Vean bien lo que pueden hacer, cuál es su entorno, y nunca pierdan su identidad. Hoy en esta sociedad necesitamos siempre estar con nuestra identidad católica, tenemos que jugárnosla por cristo desde nuestra identidad, y con ella desde los diferentes lugares. Desde nuestra singularidad podremos aportar para que cada día Chile sea un país mejor”.
“LA SOCIEDAD NO PUEDE MARCHAR BASADA EN EL BIEN INDIVIDUAL”
En la oportunidad, el sacerdote jesuita Fernando Montes reflexionó sobre el rol de los cristianos en la esfera pública.
“El cristianismo me enseñó que educar es aprender a ser persona y no individuo. El individuo es en sí mismo, la persona es relación. Por otro lado, se nos metió en la cabeza que la ética son reglas, prohibiciones, y Jesús dice que la ética es algo que nos hace más humanos, más felices, más libres. Si hay algo que hemos olvidado es que la sociedad no puede marchar basada en el bien individual, sino que en el bien común”, mencionó.
“Dios quiera que esta experiencia redunde en mucho bien para el país. Que sean capaces de tener una personalidad servicial que juega con dos cosas: saber recibir y saber dar. Saber recibir de los demás, dar gracias, acoger lo que Dios me da, y saber repartir a los demás. Eso es ser discípulo de Jesús”, expresó a los jóvenes.
El beato Óscar Romero fue un obispo de El Salvador y mártir de la Iglesia. Es considerado un referente de compromiso con la causa de Jesús, pues respondió evangélicamente a los dolores del pueblo. Alzó la voz en defensa de los perseguidos, asesinados y torturados durante la guerra civil salvadoreña. Murió asesinado durante la celebración de la misa y fue beatificado el 23 de mayo de 2015.
Dirección General de Vinculación con el Medio
Fotografías: Ángela Tobón
